domingo, 16 de marzo de 2014

Países con deudas públicas.

Problemas fiscales y de deuda que tienen un puñado de países europeos, entre los que España ocupa un asiento VIP. Son acrónimos despectivos que han calado en los mercados financieros internacionales y que se usan con soltura para referirse a Portugal, Irlanda, Grecia y España, las economías que ahora despiertan dudas sobre el futuro de la Unión Europea. 

Todo comenzó en los años ochenta, cuando medios financieros británicos acuñaron el término PIGS (cerdos) para referirse a la carrera europea. La idea era muy simple: pequeños países poco fiables, políticamente inestables y económicamente propensos al déficit público, la inflación y el populismo y cuya entrada en el euro podría precipitar su fracaso. La iniciativa tuvo un gran éxito mediático, lo que no impidió que España iniciase un largo periodo de prosperidad y crecimiento económico y alcanzara cotas de creación de empleo nunca conocidas. 

Pero las «economías porcinas» volvieron con más fuerza en el año 2008 cuando comenzó su declive, especialmente España y en esta ocasión lo hicieron de la mano del británico Financial Times, uno de los diarios económicos más influyentes del mundo. «Hace ochos años los cerdos llegaron realmente a volar. Sus economías se dispararon después de unirse a la eurozona (...) Ahora los cerdos están cayendo de nuevo a la tierra», decía el rotativo en un editorial titulado «PIGS inmuck» (cerdos en el estiércol). Desde entonces, los medios y analistas anglosajones no han cejado de arremeter contra los desequilibrios de la zona euro, señalando sin ningún pudor a España como la segunda víctima de la crisis tras Grecia. 

Bajo la presión financiera

Consciente de que las «perlas» británicas en nada favorecen la recuperación de la fé perdida por los mercados en la economía española, el Gobierno, con la ministra de Economía, Elena Salgado, y su secretario de Estado, José Manuel Campaña, al frente, se empeñaron a fondo en un «road show», que incluyó Estados Unidos, Francia y especialmente Londres entre las plazas elegidas para lanzar un mensaje de tranquilidad a los inversores institucionales, e intentar aplacar la creciente desconfianza que llegó a disparar el riesgo-país. La «tourné» incluyó al mismísimo Financial Times, que ha optado, por el momento, por expresiones sustitutivas, algo menos despectivas para referirse a los famosos PIGS, como «el cinturón del olivo», los «periféricos» o el «Clud Med». 

Pero la cosa no ha quedado aquí. Los «cerdos» ya tienen competencia en medios financieros internacionales. Éstos comienzan a utilizar un concepto más despectivo, ligado a la fuerte deuda contraída por los Estados. Ahora, lo que toca es hablar del selecto club de los gitanos (GIPSY) para citar a países que están bajo la presión financiera del mercado con altos niveles de deuda: Grecia, Irlanda, Portugal, España e Italia (por su «y» final en inglés, Italy).

PIGS: 

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